littlefrank

miércoles, septiembre 05, 2007

VIAJE A MADRID

Una de las pocas decisiones acertadas que he tomado últimamente en mi vida ha sido ir el sábado 25 de agosto a Madrid con mi hermano, su novia Carol, Porri y su novia Eva, para asistir al partido Real Madrid-Atlético de Madrid, primer partido de la liga 2007-08 de 1ª división. Hay que ir de vez en cuando para reactivar el madridismo.
Nos dirigimos a Madrid, los Mairal desde Huesca y los Porri desde Tudela, y nos juntamos en el Estadio Santiago Bernabeu (a partir de ahora Vaticano); allí entramos a realizar el Tour del Vaticano, descafeinado porque al ser día de partido no accedimos al palco ni a los banquillos. Pero sí visitamos la sala de trofeos, en la que vimos todos los trofeos habidos y por haber, destacando la última liga, tanto la de basket como la de fútbol (sí, hicimos doblete).


Porri quiere dedicar esta fotito a los perdedores de la llamada "Batalla de Salesianos".
Y mi hermano y yo, haciendo el gilipollas, os dedicamos esta foto a todos los madridistas.
Comimos en la Esquina del Vaticano; a destacar las alitas de pollo más picantes del mundo mundial. De allí a la Tienda Adidas del Vaticano, no sólo de ropa del Madrid, sino de ropa Adidas en general; a destacar que no me compré nada allí, un éxito sin precedentes, o quizá el inconsciente me decía que más tarde nos iba a caer la clavada.
Hicimos hora para el partido echando unos tragos, primero en una terraza (patxarán Amautxi a 5,32 €, échale huevos), luego en el bar La Flor de Valdepeñas, bar al que acudimos cuando hacemos viajes con la Peña Madridista.

Y de allí ya al Estadio, a ver el calentamiento de nuestros chicos. Me emocionó ver a mi hermano gozando en el campo, puesto que nunca había estado allí. Antes del partido, Raúl recibió el trofeo de campeones de liga. Y, con las dudas que había creado el Madrid en la pretemporada, nos preparábamos para lo peor, máxime cuando el Kun Agüero marcaba en el primer minuto de partido. "Ya estamos como siempre" pensamos, pero de eso nada, el Real Madrid hizo un partidazo, con un juego bajo mi punto de vista brillante, que aún siendo Capellista hay que darle al César lo que es del César. Empató Raúl con un cabezazo impecable y el nuevo ídolo Sneijder dio la puntila al Atlético. También fue emotivo participar en la pitada al utrerano y exmadridista Reyes cuando entró al campo a pasear.
El ambiente del partido fue impresionante. Así despedimos a nuestros jugadores.



Tras el partido, nos separamos, porque mi hermano y Carol (con buen criterio) no fueron al Asador Donostiarra. Allí acudimos a cenar, con mesa reservada (que no sirvió para nada). En plena cena, apareció el jugador Royston Drenthe, que tenía mesa reservada para él y su séquito junto a nosotros. Porri y yo nos levantamos como un resorte a fotografiarnos con él en cuanto le vimos.
La cena, muy buena, pero ya se sabe, pagas el rollo famosete. Y al final, la nota: salimos a 83 euritos por barba. Acojonante. Ya se nos quitaron las ganas de ir a alguna discotheque y nos dirigimos al hotel. Pedazo de hotel, por cierto, y barato, 64 € la doble en un hotel de 4 estrellas en plena Plaza de Castilla (estaba literalmente debajo de las torres Kio). Así acabó nuestro feliz día.
Y el domingo, cada uno a su hogar, que había que ver al Huesca. Lástima que empatáramos, debíamos haber ganado.