littlefrank

sábado, noviembre 26, 2005

El mundo según Best

George Best ha dejado unas cuantas frases para el recuerdo. Palabras que nos recordarán para siempre la filosofía de vida que, lamentablemente, le han llevado a bailar con la muerte de forma tan prematura.

Admirado por todos como futbolista, no tuvo tanta suerte con sus parejas, amigos o familiares, que sufrieron de cerca a un mujeriego incorregible, a un juerguista sin límite casado con el alcohol.

Qué podía esperar la familia de un tipo que, tras un transplante de riñón, se atrevía con este tipo de perlas: “Estuve allí dentro unas diez horas y me tome unas cuarenta pintas. Batí mi record por veinte minutos”. Comparaba la cantidad de transfusiones de sangre con pintas de cerveza.

Y no tenía ninguna intención de dejarlo: “He dejado de beber, pero sólo cuando duermo” o “en 1969 dejé las mujeres y la bebida, pero fueron los peores veinte minutos de mi vida”. Por no hablar de sus problemas económicos: “He gastado un montón de dinero en bebida, chicas y coches. El resto, sencillamente, lo derroché”.

Vivió deprisa. Como las estrellas del rock. No en vano le llamaban el “Quinto Beatle”. Quizá no se daba cuenta de que ese tipo de vida le iba a machacar el cuerpo hasta el punto de llevarle a la muerte con tan sólo 59 años. No hace mucho, se atrevía a criticar a las estrellas de Hollywood: “Antes, Robert Redford era un tipo muy atractivo. Ahora, mírale, está flojo, tiene la piel colgando y de un color muy extraño”.

También tuvo palabras para las nuevas estrellas del fútbol inglés. A David Beckham, a quien se le comparó en sus inicios, le envió este mensaje: “No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien”.

La mejor forma de resumir la vida de Best la podemos encontrar en esta frase: “Hace años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas”.