littlefrank

lunes, enero 23, 2006

Navegando por la red y leyendo varios blogs futbolisticos encuentro en uno de ellos este articulo sobre un conocido futbolista portugues.Espero que os deleite.Mi opinion sobre dicho personaje creo que ya la sabeis todos.Saludos.
LUIS FIGO : EL PROFESIONAL
Desde que escribo este blog, he procurado que la objetividad fuese el punto de encuentro con los demás. Pero, por un día, voy a dejar de ser imparcial. Con este personaje no puedo serlo, lo siento y pido disculpas por ello. Luis Figo, el portugués, ensucia lo que el fútbol significa para muchos aficionados. Aquellos que se dejan una parte de su sufrido sueldo para llevar a sus hijos a un campo de fútbol, para olvidar los avatares de lo cotidiano, para gozar de una válvula de escape. Un deporte que se sustenta en la pasión de estos aficionados y se tambalea con la “profesionalidad” de algunos jugadores. Como Figo, el paradigma del mercenario moderno. Un hombre cuyo historial de engaños, traiciones, dobles contratos y promesas incumplidas es proporcional a su valía como jugador, la cual le ha otorgado la posibilidad de vivir la vida que ha elegido.Aterrizó en el Barça como un semi-desconocido previa sanción en Italia por firmar con descaro por dos equipos a la vez; huyó de la Ciudad Condal por las alcantarillas, con nocturnidad y alevosía, para firmar por el equipo al que vilipendiaba desde un balcón; cinco años más tarde abandonó el Madrid sin decoro y vomitando contra todo ser viviente porque no jugaba de titular. Ahora, está en Italia y se siente dichoso porque es titular y tiene la buchaca llena. Cuando le enseñen la puerta de salida, que será pronto, veremos de nuevo ese gesto amargado, desagradecido, rencoroso. Marchará con la saca a Portugal o a algún país árabe donde podrá arañar sus últimos días de gloria. Porque una vez que los focos se hayan apagado, cuando las cámaras miren hacia otro lado, se encontrará el desprecio de muchos, la indiferencia de otros tantos y la admiración de unos pocos. Yo estaré entre los primeros, entre los que le recordarán como un excelente jugador y un personaje agrio, oscuro, sospechoso. Seguramente a él no le importará, hay gente cuya diginidad se mide en billetes. Pero ese es un papel sucio. Como Figo.