En uno de los blogs de la página web de Canal +, se han hecho eco de la figura de Wilt Chamberlain, de gran importancia para la NBA. Me ha parecido oportuno reproducirlo en este nuestro blog.
"Anotar 100 puntos en un partido es antinatural". Sabias palabras de Wilt Chamberlain, años después de haber conseguido su proeza. Es dificilmente entendible, pero desde su altar, ese de la superioridad arrolladora por encima del resto, tiene algo de sentido.
En una semana como esta, un 2 de Marzo de 1962, consiguió aquella hazaña, ante los Knicks. Jugadores adelantados a su tiempo los ha habido a lo largo de la historia: Shaquille, Lebron... pero no con tantos años de antelación como Wilt. Daremos algunas pinceladas sobre su grandeza, pero sobre todo nos basaremos en aquel día, el de los 100 puntos, en su noche previa y en su actuación, porque tienen historia. La de un señor, tan apabullante sobre una pista, que con 55 años fue tentado por New Jersey Nets para volver a las canchas. La de alguien que mantendrá perennes muchos de sus récords. ¿O no?
Chamberlain fue un tipo peculiar. Le gustaba disfrutar todos los minutos en la pista, y hubo temporadas en las que su promedio de minutos superaba los 48 minutos. El tipo que dijo acostarse con más de 20.000 mujeres. El tipo que cuando se retiró, pareció apagar el candelabro que iluminaba la NBA. Muchos pensaban que aquel invento ya no sería el mismo sin él. A Dios gracias que hubo unos "guerreros" en la calle de al lado, que formaron una liga llamada ABA, junto a un neoyorquino de 2,18 llamado Lew Alcindor, que tomaron el testigo y consiguieron dar el toque clásico y puro junto con aires transgresores, para dejar una bandeja de plata muy pulida a la década de los 80, con todo lo que se avecinaba en ella.
Chamberlain es la historia de la NBA durante una etapa importante y prolongada. Fue el Goliat más Goliat. Fue el listón más alto conocido al que se debía superar. Y así se escribió la NBA.
